jueves, 3 de enero de 2013

MICHELLE BACHELET DECLARA ANTE FISCAL POR EL SISMO DE 2010

Santiago, 2 de enero (Télam).-
La ex presidenta chilena Michelle Bachelet declaró hoy ante la fiscal Solange Huerta, quien investiga las consecuencias del tsunami que siguió al devastador terremoto que el 27 de febrero de 2010 se abatieron sobre Chile.

Lo confirmó la Fiscalía Occidente que, sin embargo, no precisó mayores detalles sobre la declaración de la ex mandataria, reportó la agencia de noticias EFE.

La audiencia duró cuatro horas y la declaración fue tomada por personal de la Policía de Investigaciones que trabaja en el caso junto a Huerta.

Según fuentes judiciales, la comparecencia fue solicitada por Bachelet, actual directora ejecutiva de la agencia ONU Mujeres, de visita familiar en Chile desde antes de Navidad.

Hace una semana, familiares de víctimas del terremoto y el tsunami pidieron por carta a la ex presidenta que compareciera voluntariamente ante Huerta.

Desde la época de la catástrofe, ocurrida en los últimos días del mandato de Bachelet, se ha denunciado negligencia de autoridades políticas y militares de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) que no dieron la alarma del tsunami que siguió al sismo.

A principios de mayo pasado, Huerta imputó formalmente cargos a ocho ex funcionarios, entre los que se encuentran un ex subsecretario del Interior y la entonces A mediados de 2012, Bachelet, no respondió un cuestionario enviado por diputados oficialistas que formaban una comisión investigadora sobre la fallida alerta de tsunami que dejó 156 muertes y 25 desaparecidos en febrero de 2010.

En esa oportunidad, la ex presidenta pidió a los legisladores que se remitieran a las respuestas que entregó previamente a la primera comisión que se constituyó en 2010, presidida por el diputado Jorge Ulloa, “puesto que no existen nuevos antecedentes que pueda aportar a las respuestas que en extenso y por oficio entregué para cada una de las preguntas formuladas”.

El tsunami siguió al terremoto de 8,8 grados que el 27 de febrero de 2010 devastó seis regiones de Chile y en total mató a 526 personas, dejó 800.000 damnificados y causó daños por 30.000 millones de dólares, equivalentes a 18 por ciento del producto bruto interno chileno de entonces. (Télam)
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