jueves, 15 de noviembre de 2012

Campaña presidencial

 
Señor director:

Las comparaciones políticas son arriesgadas. Algunos comparan a Laurence Golborne con Michelle Bachelet, destacando sus popularidades y sus simpatías (medidas por encuestas: ¡Qué simpático!).

Otros comparan a Andrés Allamand con Ricardo Lagos, por su carácter más político y serio, donde la fuerza no está en la simpatía, sino en las acciones y los argumentos. Sin embargo, olvidan una cosa: Bachelet fue siempre, toda su vida, una activa e ideológica militante política.

 Nunca fue “Mrs. Simpatía” y una incógnita de opiniones. Con otras palabras, ella fue y es una figura políticamente respetable, mientras que el ex ministro Golborne es un recién llegado a la arena, que ha subido como la espuma y podría reventar como pompa de jabón. De hecho, su peso político casi nulo -que da vergüenza a quienes queremos una derecha pensante- quedó demostrado en su fallida cuasi campaña municipal. En una batalla auténticamente política le veo más fuerza para ganar unas primarias al ex ministro Allamand.

 El también tendría más empuje y arrastre político contra Bachelet, quien, dicho sea de paso, es tan seriamente política que bien puede aspirar a pasar a la historia con dignidad y no volver a una contienda presidencial de resultado muy incierto. Sin embargo, resta una cuestión quizás importante.

 ¿Quién nos representa a quienes, por falta de sintonía en los principios, tendríamos que anular de nuevo el voto o abstenernos? Si Pablo Longueira, Manuel José Ossandón o José Antonio Kast no son candidatos, ¿no habrá llegado la hora de buscar a un independiente para la primera vuelta presidencial?

 ¿No podríamos medir así las fuerzas efectivas de la derecha tradicional frente a la derecha liberal?
Cristóbal Orrego Sánchez
  Abogado
http://www.latercera.com/noticia/opinion/correos-de-los-lectores/2012/11/896-492953-9-campana-presidencial.shtml

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