La candidata a la presidencia de Chile, favorita para la segunda vuelta, advirtió que sus planes podrían chocar con el actual presupuesto.
La candidata a la presidencia de Chile, Michelle Bachelet, favorita para ganar la segunda vuelta del domingo 15 venidero, anticipó ayer que en el primer año de su eventual gobierno tendrá una "difícil labor" a causa de la desaceleración económica que vive el país.
"El próximo año tiene características que no lo hacen particularmente sencillo porque las estimaciones de crecimiento para el próximo año son más bajas que las de 2013", explicó Bachelet.
Añadió que "el presupuesto que envió el Ejecutivo es escaso en recursos y además construido sobre ciertas bases de estimación de crecimiento más altas de las reales".
Sin embargo, la ex mandataria (2006-2010) aseguró tener la suficiente experiencia y liderazgo para afrontar este escenario.
La ley de presupuesto diseñada por el Ministerio de Hacienda estima una tasa de crecimiento del 4,9 por ciento para el próximo año, pero el Banco Central redujo ayer la proyección de la expansión de la economía, del 4,2 por ciento para 2013, y de entre el 3,75 y 4,75 por ciento para el próximo año.
En el informe presentado en septiembre la entidad había pronosticado una expansión de entre un 4 y 4,5 por ciento para este año y de entre un 4 y 5 por ciento para 2014.
El programa de gobierno de Bachelet incluye tres ejes altamente demandados por la ciudadanía como son una reforma a la Constitución, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), una reforma profunda a la educación, que incluye educación gratuita universal en un plazo máximo de seis años, y una reforma tributaria.
En una entrevista televisiva, reconoció que las expectativas de la ciudadanía en torno a su gobierno "son altas" y por eso, dijo, "hay que hablar con la verdad, explicar lo que viene, decir por qué necesitamos las reformas educacional y tributaria, porque el presupuesto no va a permitir avanzar en otras urgencias como la reforma a la salud, al sistema de pensiones, y otros".
En la primera vuelta electoral, del 17 de noviembre pasado, Bachelet compitió con otros ocho candidatos, seis de ellos de izquierda, y obtuvo un 47 por ciento de los votos que no le alcanzaron para triunfar, pues necesitaba la mitad más uno de los sufragios.
Bachelet ya recibió el apoyo de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la mayor organización sindical de Chile, tras su compromiso de poner especial atención en ampliar la negociación colectiva y mejorar las garantías en el proceso de negociación, entre otros puntos.
Es en el sector estudiantil donde los universos colisionan. La electa presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, la anarquista Melisa Sepúlveda, si bien reconoce que el programa de Bachelet recoge demandas sociales, estima que sus propuestas en materia de enseñanza no interpretan "el sentir profundo de la necesidad de transformar el modelo educativo", por lo que llama a los estudiantes que se abstengan de votar.
Sin embargo, el vocero de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), Moisés Paredes, consideró que el plan de Bachelet es "muy cercano a lo que nosotros hemos planteado en las calles", y puso como ejemplo la propuestas de gratuidad, entre otras.
Por el contrario, si en la segunda vuelta del 15 de diciembre ganara la candidata de la alianza de derecha, Evelyn Matthei, la victoria traería consigo "una cortina de hierro que va a oponerse a cualquier reforma" de lo que el movimiento estudiantil está planteando, consideró el joven.
http://www.lacapital.com.ar/el-mundo/Bachelet-anticipa-una-dificil-gestion-por-la-desaceleracion-economica-20131204-0015.html
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