jueves, 12 de diciembre de 2013

“Será un inmenso honor volver a ser la Presidenta de todos los chilenos y chilenas”


En el Court Central del Estadio Nacional repleto de adherentes, la Candidata de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, agradeció a todos los chilenos y chilenas que han participado de alguna forma en su campaña “a los independientes, artistas, a los dirigentes y dirigentes sociales, a los parlamentarios, alcaldes, concejales, a los profesionales, a los partidos políticos y a los miles de voluntarios que participaron anónimamente: gracias”.

Durante su intervención, la ex Mandataria sostuvo que “decidimos jugar limpio, no crecer a costa de la descalificación del otro, la pelea chica, las denuncias falsas. Y lo hicimos sabiendo que esta manera de hacer política resulta para muchos aburrido o fome. Y no nos equivocamos”, enfatizando que “en esta campaña decidimos construir una propuesta de gobierno con las y los ciudadanos, en diálogos con miles de personas, en las regiones y no entre cuatro paredes en Santiago. Y lo hicimos así porque estamos ante un nuevo Chile”.

En ese contexto, la ex Jefa de Estado enfatizó que “ganamos las primarias con una gran participación ciudadana, tuvimos un gran apoyo a las tres reformas de nuestra propuesta: la reforma educacional, la tributaria y la nueva constitución y ganamos la primera vuelta, a pesar del activo esfuerzo del Gobierno y sus ministros por atacar nuestra propuestas, culparnos de los problemas económicos e incluso dejar amarradas iniciativas más allá del término de su mandato”, agregando que “este domingo 15 debemos decir masivamente que Chile quiere cambios de verdad, con responsabilidad, seriedad, y sin ofertones de última hora (…) Será un inmenso honor volver a ser la Presidenta de todos los chilenos y chilenas”.

A continuación el discurso completo de la Candidata de la Nueva Mayoría:

Court Central del Estadio Nacional

12 de diciembre de 2013

¡Buenas tardes amigas y amigos!
¡Qué buen ánimo y qué ganas se perciben aquí!
¡Puedo sentir la energía, la buena onda, y el optimismo!
¡Puedo sentir también el cariño, la fuerza y hasta la impaciencia por que llegue ya pronto el domingo!
Hace 9 meses empezamos este camino. Aún recuerdo esa mañana de marzo en que volví y la sorpresa que me causó ver tanta gente en el aeropuerto. De ahí en adelante, no he parado de andar por Chile.
Esta campaña ha sido larga e intensa, pero llena de satisfacciones. ¡Una campaña que me ha permitido re-encontrarme con la gente, sus preocupaciones, escuchar sus propuestas y también saber de sus miedos y esperanzas.
En estos meses me he encontrado con personas muy distintas: con personas del norte, del sur, de la ciudad, de pequeños pueblos.
Con pescadores, mineros, agricultores, artistas, trabajadores del retail, pequeños y medianos empresarios, emprendedores, con representantes de las iglesias.
Con mujeres indígenas, con dulceras, temporeras, académicas, parlamentarias, jefas de hogar.
Con personas con discapacidad, con jóvenes, estudiantes, adultos mayores.
Con todos ellos y ellas, he visto la enorme variedad de ilusiones y anhelos que hay en nuestro territorio.
Esta campaña tuvo tres grandes momentos.
Primero, ganamos las primarias, con una sorprendente participación ciudadana.
Tuvimos un sólido apoyo a las tres reformas principales de nuestra propuesta: la reforma educacional, la reforma tributaria y nueva Constitución.
Luego ganamos en la primera vuelta, a pesar del activo esfuerzo del Gobierno y sus ministros por atacar nuestra propuestas, culparnos de los problemas económicos e incluso dejar amarradas iniciativas más allá del término de su mandato. Acciones como éstas no ayudan a construir una buena política, y la buena política no puede ser solo un slogan de campaña sino que debemos practicarla a diario.
Ganamos también en el parlamento, tenemos mayoría en ambas cámaras, lo que nos da el piso para comenzar a hacer las transformaciones que Chile espera.
Tendremos en 2014 un parlamento para el cambio, con figuras nuevas como Iván Fuentes, Carolina Goic, Camila Vallejo, Giorgio Jackson o Karol Cariola, quienes junto a parlamentarios con experiencia constituirán la fuerza que estos cambios requieren.
Y ahora, en esta segunda vuelta, hemos sumado a diario más y más apoyos.
Contamos con el apoyo inmediato de un líder internacional como Lula Da Silva, quien no dudó en viajar para estar con nosotros. Sumamos el apoyo de Alfredo Sfeir, de Barbara Figueroa, de Revolución Democrática, y de representantes de casi todas las otras candidaturas que compitieron en primera vuelta.
Tenemos el apoyo del mundo de la cultura, de creadores, dirigentes sociales, dirigentes gremiales. A todos ellos les digo que este proyecto nos pertenece a todos, y que el éxito también dependerá del trabajo unido, leal, y participativo que seamos capaces de llevar adelante.
En este tiempo también, supimos de la partida de dos grandes líderes que tuve el honor de conocer. Quiero aprovechar este momento para hacerles un homenaje.
Me refiero a Nelson Mandela y al Padre Alfonso Baeza.
Ellos fueron dos trabajadores incansables de la paz, la solidaridad y la justicia social.
Ellos encarnan un tipo de liderazgo que me identifica profundamente: un liderazgo que le hace bien a los países, porque busca unir y encontrar las coincidencias y no dividir y sembrar odiosidades.

Amigas y amigos:
En esta campaña decidimos jugar limpio, no crecer a costa de la descalificación del otro, la pelea chica, las denuncias falsas. Y lo hicimos sabiendo que esta manera de hacer política resulta para muchos aburrido o fome. Y no nos equivocamos.
En esta campaña decidimos construir una propuesta de gobierno con las y los ciudadanos, en diálogos con miles de personas, en las regiones y no entre cuatro paredes en Santiago.
Y lo hicimos así porque estamos ante un nuevo Chile.
Un Chile donde los ciudadanos defienden su derecho a expresarse y han empujado las grandes tareas que tenemos como sociedad.
Un Chile donde los estudiantes prefieren terminar su año escolar en febrero o marzo del año siguiente, si con eso ayudan a tener una educación de calidad, gratuita y sin lucro.
Un Chile donde miles de personas marchan en defensa del medio ambiente, de las comunidades indígenas, del derecho a una mejor salud y del respeto a la diversidad.
Un Chile con una clase media pujante, que se esfuerza, que impulsa el crecimiento con su trabajo y que -sin embargo- se siente a veces agobiada por las deudas o por la falta de apoyo y oportunidades.
Un Chile que sin duda ha tenido importantes avances, que ha crecido mucho. Pero que su crecimiento no ha llegado a todos sus habitantes por igual.
Un Chile que cree que ya hay algunas cosas que no dan para más y deben cambiar.
Y yo creo en los cambios. Yo creo que Chile está listo para enfrentar transformaciones que permitirán tener el país moderno que todos queremos.
Podemos dar a cada persona mayores oportunidades para su educación, para su trabajo, su recreación y acceso a la cultura.
Podemos asegurar las mismas oportunidades de desarrollo a cada niño, a cada niña, sin importar la situación económica de sus padres, su sexo, su religión o el lugar de Chile donde viven.
Podemos lograr que miles de mujeres y de jóvenes se capaciten y se incorporen al mundo laboral.
Podemos asegurar derechos laborales más justos y mejores condiciones para que esas personas negocien con sus empleadores.
Podemos combatir con fuerza los abusos, las colusiones, las malas prácticas, el pituto, los privilegios.
Podemos dar poder real a las regiones para que dejen de depender de las decisiones de la capital.
Podemos asegurar modernidad no sólo en las grandes cifras, sino en la vida real de las personas: con una salud moderna, con una atención de calidad y más cercana a la casa.
Podemos tener ciudades más amables, con conectividad, más seguras, con facilidades de acceso para las personas con discapacidad, con más parques, ciclovías y la recreación.
Podemos dar espacio a la innovación, la investigación, el emprendimiento y la creatividad.
Podemos asegurar que la cultura, el arte y el deporte no sean lujos, sino reales posibilidades al alcance de cualquier persona.
Podemos garantizar respeto e igualdad a todas las personas, para desterrar todo tipo de discriminación a partir de las diferencias.
En otras palabras: podemos hacer de Chile un país desarrollado de verdad.
Todo esto es lo que se juega en las elecciones de este domingo.
Y por eso es que no da lo mismo quién gane.
Este domingo 15 debemos decir masivamente que Chile quiere cambios de verdad, con responsabilidad, seriedad y sin ofertones de última hora.
Porque esta elección es mucho más que elegir entre una candidata u otra.
Acá no se trata de elegir entre “dos mujeres” como le gusta decir a la prensa. Acá hay una diferencia de fondo.
Este 15 de diciembre debemos elegir entre una opción que piensa que no hay que hacer cambios, que hay que dejar que las cosas sigan como están, y que prefieren un ajuste “por aquí y otro por allá”.
Y la otra alternativa, la que representa esta Nueva Mayoría, que creemos que las cosas así como están no pueden seguir. Que es necesario hacer los cambios que permitan enfrentar la desigualdad, junto con promover un desarrollo económico que llegue a todos y no a unos pocos.
Hemos planteado un proyecto de cambios ambiciosos pero posibles, con mecanismos claros y concretos para llevarlos adelante.
No se trata de recetas mágicas, sino de la voluntad de una presidenta, su energía y decisión, y del apoyo irremplazable de millones de chilenos y chilenas que creen en esta propuesta.
Tenemos las ideas, tenemos la fuerza en el parlamento y ahora necesitamos de ustedes, de sus familias y amigos, para que este 15 de diciembre vayan a votar y nos den su apoyo.
¡Sé que este domingo vamos a lograr el triunfo decisivo! Y lo vamos a hacer juntos, tal como lo hemos hecho en cada paso de este camino.
Los invito a votar. Los invito a levantarnos temprano y saber que ese día estaremos marcando no un nombre, sino un destino para nuestro país.
Como esta “nueva mayoría” que somos podemos hacer mucho más que desde el escepticismo.
Este domingo comienza una nueva etapa para Chile.
Una etapa en la que ustedes, los ciudadanos y ciudadanas de nuestra patria, volverán a estar en el centro de todas las transformaciones.
Antes de terminar, quiero agradecer a todos y todas quienes participaron en esta campaña:
A los independientes, a los artistas, a los dirigentes sociales, a los parlamentarios, alcaldes y concejales, a los profesionales, a los partidos políticos y a los miles de voluntarios que participaron anónimamente en esta campaña. Gracias por su trabajo, su confianza y dedicación.

Amigas y amigos,
Tuve el honor de haber sido la primera presidenta de Chile.
He tenido el privilegio de ser su candidata y tener la oportunidad de conocer las visiones de un nuevo Chile que se levanta imparable a lo largo del territorio. Y será un inmenso honor volver a ser “la Presidenta de todos os chilenos y chilenas”.

¡Muchas gracias!
http://michellebachelet.cl/sera-un-inmenso-honor-volver-ser-la-presidenta-de-todos-los-chilenos-y-chilenas/

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