sábado, 14 de diciembre de 2013

Michelle Bachelet, la popular política que podría retornar a la presidencia en Chile




Bachelet fue víctima de las violaciones a los derechos humanos por parte de los militares, luego pasó a ministra de Defensa en el gobierno de Ricardo Lagos, para luego ser la primera mujer presidenta de Chile entre los 2006-2010, y ahora es la favorita para regresar a la jefatura de Estado.

Su carácter, que ha sido definido como "empática", dada su cercanía con la gente de menores recursos, su historia personal, son parte de las explicaciones a lo que se ha llamado el fenómeno "Bachelet".

 Uno de los momentos más significativos de la actual campaña electoral presidencial en Chile, fue cuando la candidata opositora Michelle Bachelet visitó a principios de septiembre el lugar donde fue detenida y torturada junto a su madre tras el golpe militar de 1973.

Dos días antes de que se conmemoraran los 40 años del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, y cuando Chile estaba sumido en una profunda revisión histórica, Bachelet visitó el campo de concentración y de tortura de Villa Grimaldi.

Sus palabras resonaron en ese momento: "he vuelto hoy día también en calidad de sobreviviente de Villa Grimaldi", al mismo tiempo que pedía verdad y justicia para los detenidos desaparecidos y las víctimas de la dictadura, entre estos últimos, su padre, el general de la Fuerza Aérea, Alberto Bachelet.

Este hecho quizás resume lo que ha sido la historia de Bachelet, quien de víctima de las violaciones a los derechos humanos por parte de los militares pasó a ministra de Defensa en el gobierno de Ricardo Lagos (2002-2005), para luego ser la primera mujer presidenta de Chile entre los años 2006-2010, y ahora es la favorita para regresar a la jefatura de Estado.

La figura de Bachelet ha sido sorprendente en la política chilena, no sólo por ser la primera mujer presidenta en uno de los países más conservadores de Latinoamérica, sino también por su alto respaldo, al terminar su mandato con más de 80% de aprobación, así como la capacidad que tuvo para unir a la oposición tras su derrota electoral el 2010.

Pues, pese a su popularidad, debió entregarle el mando en marzo de 2010 al derechista Sebastián Piñera, al no lograr traspasar los éxitos de su gobierno al resto de su conglomerado, la Concertación.

Ahora, en medio de un gran descontento ciudadano y grandes manifestaciones, una vez más fue la única que pudo concitar respaldo ciudadano y tiene las mayores opciones para volver a la presidencia en el balotaje de este 15 de diciembre, tras obtener casi el 47% de los votos en la primera vuelta de noviembre.

Su carácter, que ha sido definido como "empática", dada su cercanía con la gente de menores recursos, su historia personal, que simbolizaría la reconciliación nacional tras el golpe militar, son parte de las explicaciones a lo que se ha llamado el fenómeno "Bachelet".

Verónica Michelle Bachelet Jeria nació el 29 de septiembre de 1951, hija de Angela Jeria y el entonces joven oficial Alberto Bachelet.

Pasó su infancia y adolescencia viviendo en bases militares, tiempo en el que conoció a la ahora contrincante en las presidenciales, Evelyn Matthei, quien es hija de Fernando Matthei quien llegó a general en jefe de la Fuerza Aérea y miembro de la junta militar de gobierno del régimen de Pinochet.

Durante el gobierno del socialista Salvador Allende (1970-1973), Bachelet entraba a estudiar medicina a la Universidad de Chile y comenzaba a vincularse al mundo político.

Así, mientras Bachelet se unía al Partido Socialista, su padre Alberto ingresaba como uno de los militares que integraron el gobierno de Salvador Allende, quien lo nombró secretario de la Dirección Nacional de Abastecimiento y Comercialización (DINAC). Esto fue lo que marcó el destino de su familia, pues cuando los militares llevaron a cabo el golpe de 1973, los Bachelet fueron detenidos y llevados a campos de concentración.

El general Bachelet fue llevado a la Academia de Guerra Aérea (dirigida entonces, por el coronel Fernando Matthei), y luego trasladado a una cárcel donde murió a causas de las heridas sufridas en las torturas.

Su caso está siendo investigado por la Justicia hasta la actualidad, la que ha rechazado inculpar al ex comandante Matthei.

Michelle Bachelet pasó a la clandestinidad, pero en 1975 ella y su madre fueron arrestadas y llevadas a Villa Grimaldi, centro de torturas hoy convertido en museo de los derechos humanos, donde, a diferencia de otros, salieron con vida para pasar al exilio.

Su destino fue la desaparecida República Democrática Alemana, donde continuó sus estudios de medicina en la Universidad Humboldt. Fue en ese período, cuando en 1978 nació su primer hijo, Sebastián Dávalos, junto a su pareja Jorge Dávalos.

Tras esto, en 1979 Bachelet y su familia pudieron regresar a Chile, donde logró concluir su titulación en la Universidad de Chile como médico cirujano y luego iniciando su especialización como pediatra.

Este fue un período especial para Bachelet, pues al mismo tiempo retomaba los contactos políticos, todo nuevamente en la clandestinidad debido a la prohibición de la actividad por el régimen del general Pinochet.

Al mismo tiempo, tenía a su segunda hija, Francisca Dávalos, mientras la relación con su pareja se deterioraba, hasta la separación.

El resto de la década de 1980 continuó entre su desarrollo profesional y una actividad política de bajo perfil dentro del Partido Socialista, la que continuó tras el regreso a la democracia en 1990.

Aquel año la oposición democrática, incluidos los socialistas, aglutinados en el pacto la Concertación, lograron un triunfo en las elecciones abiertas que pusieron fin a los 17 años del régimen militar, iniciando 20 años de gobierno. Fue cuando nació su hija menor, Sofía Henríquez Bachelet.

En 1996, se postuló como alcaldesa por la comuna de Las Condes, un sector de altos recursos y bastión de la derecha, donde sufrió una aplastante derrota a manos de Joaquín Lavín, con quien se volvería a topar en las presidenciales del 2006.

Pese a esa derrota, pudo entrar al Comité Central del Partido Socialista, su trampolín para que en 2000 entrara al gobierno del también socialista Ricardo Lagos, primero como ministra de Salud.

Pero en 2002 se produjo el hecho que impulsaría su carrera política y la pondría en los titulares del mundo, cuando fue nombrada ministra de Defensa, área donde también poseía estudios de post-grados.

Su historia personal llamó la atención inmediatamente, su condición de víctima de los derechos humanos junto a su cercanía al mundo militar fueron material para que la prensa destacara su caso.

Eso también la hizo subir en el respaldo ciudadano, de manera insospechada, lo que fue aumentando con los años hasta que a fines de 2005 dejó el cargo para iniciar su postulación a la presidencia.

Su apoyo ciudadano era tal, que sus rivales dentro de la coalición de gobierno prefirieron renunciar para dejarle el camino abierto.

Fue así como en 2006 enfrentó a una derecha dividida, entre Joaquín Lavín del sector más conservador, y Sebastián Piñera por los liberales. Esto provocó una segunda vuelta, donde se impuso sobre Piñera con el 53% de los votos, siendo la primera mujer presidenta de Chile.

El inicio de su gobierno estuvo marcado por fuertes problemas, el fallido inicio del nuevo sistema de transporte urbano en Santiago, Transantiago, resultó en enormes congestiones e incomodidad para los habitantes de la ciudad.

Pese a que logró sacar el sistema a flote, sus consecuencias se sienten en Chile y constantemente es recordado como la peor política pública que se ha implementado en el país.

También vio el origen de los actuales movimientos sociales, con las primeras protestas de los secundarios que pedían una reforma educacional, la cual fue respondida solo en parte, dando pie a las actuales manifestaciones que se viven en Chile.

Algunos jóvenes que participaron ese año 2006 en esas protestas estudiantiles, como Gabriel Boric, Giorgio Jackson y Camila Vallejo, lideraron a los universitarios desde el 2011 en las mayores manifestaciones que se vieron en el país en más de 20 años. Ahora ellos han pasado a integrar el Congreso como diputados, donde continuarán con sus demandas.

Tras superar estos problemas, su popularidad siguió creciendo, en gran parte al inicio de los planes sociales, destinados a mejorar la distribución del ingreso en uno de los países más desiguales de la región.

Incluso logró sortear con éxito la crisis financiera de 2008, donde la economía chilena sufrió pocos estragos pese a la baja en las exportaciones debido a los problemas del mercado internacional.

Nada de esto evitó que terminara con 85% de apoyo, pero tampoco que su coalición se desgastara en peleas internas, lo que provocó la victoria de la derecha.

Su paso por la organización Naciones Unidas Mujer, la que fundó y dirigió entre 2010 y 2013, fue visto como alivió por el gobierno de Piñera, pues pensaban que fuera del país era menos peligrosa.

Pero su regreso en marzo de este año, y sus declaraciones "sí, he decidido ser candidata", marcaron la campaña.

Mientras el oficialismo se enfrentó a diversas crisis y la caída de tres de sus principales líderes como candidatos presidenciales, Bachelet simplemente arrasó en las primarias abiertas, donde obtuvo 1,6 millones de votos de los tres millones que participaron en el acto.

Triplicó o más a los otros candidatos de su bloque, y por si misma sacó el doble de los votos de las primarias de la derecha.

Tras esto, se pensó que el pasado 17 de noviembre obtendría un cómodo triunfo en primera vuelta, pero la realidad dijo otra cosa y sólo llegó al 46,6 por ciento, seguida por lejos por Evelyn Matthei con un 25 por ciento.

Todo indica que este domingo obtendrá la mayoría que necesita frente a Matthei, pues ha ido sumando apoyos de otros sectores, que por minoritarios, los necesita para crecer.

Pero también ha debido aceptar muchas demandas sociales, como reforma en la educación, alza de impuestos y nueva Constitución, por lo que su probable segundo período presidencial estará marcado por el cumplimiento de las expectativas.
http://www.americaeconomia.com/node/106934

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